Esa gente ahí reunida estaba pensando o rediseñando el camino de la educación. Docentes que evaluan el proceso y alumnos que (des)hacen a su manera. Es esta una buena iniciativa para empezar a preguntarnos, ¿es posible esta cultura en la universidad? ¿ser edupunk es respetar alguna formalidad? ¿podremos conformar un colectivo lo suficientemente fuerte que logre ser escuchado?, el que queremos que nos escuche ¿no estará escuchando ya?, ¿no vemos en los niños la semilla del edupunk?
Sabemos y entedemos que el cambio vendrá (¿o ya vino?) y para ello debemos tener nuestros dedos bien preparados porque serán ellos los que hablarán. Como dijo Alejando Piscitelli ha quedado mucha tela por cortar, esperamos poder seguir trabajando para darle forma alguna a esta idea que tenemos en mente.

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